La música es muy importante para el desarrollo del niño. Rodearlo de un ambiente lleno de melodías le ayudará a reconocer y expresar sus sentimientos y emociones. Además, a través de ella, los profesores podrán llegar con más facilidad y de manera lúdica a sus menudos alumnos.
La música también los atrapa y puede convertirse en toda una terapia para motivarlos. Es por eso que las mamás reciben el consejo de escuchar suaves melodías meses antes de dar a luz, para que el recién nacido se relaje fácilmente al reconocer la misma melodía que escuchaba antes de nacer.
De otro lado, siempre ayuda que haya una canción de por medio porque el niño asocia la canción con un momento afectivo. Esto lo saben las docentes especializadas en educación inicial. Por ello, gran parte de la rutina de un nido está acompañada con música. Cantan a la hora del ingreso y la salida, a la hora de guardar los juguetes o de preparar los alimentos.
"La música también les da seguridad cuando están en un ambiente difícil. Los niños más temerosos evocan a la mamá con las canciones que ella les canta en casa. Para el desarrollo afectivo la música es fundamental. Por ejemplo, zapatear ya es música. También pueden crear canciones para relajarse, desarrollan su vocabulario con las letras que entonan o al escuchar una canción y encontrar palabras nuevas", señala la psicóloga infantil Anny Reynoso.
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